Día 16. ANDALSNES A AURLAND. 360 KM. Tiempo empleado: 11 horas y media.
21 de Julio de 2012
Salida del camping sobre las 8 de la mañana,
hace un día espléndido y la carretera de los Trolls nos espera a sólo 18
kilómetros. Dejamos el desayuno para más adelante y salimos ilusionados con la
ruta de hoy.
Los primeros paisajes son increíbles, el sol ilumina el campo y nos deja unas
fotografías preciosas.
Llegamos al inicio de la carretera de los Trolls
(Trollstigen) y nos encontramos la primera y única señal de peligro en el mundo
de esta categoría.
La carretera no nos defrauda e incluso sorprende
aún más que en fotos. Hemos hecho bien en salir tan temprano, no hay tráfico y
la humedad del ambiente hace peligrosa la subida y las curvas. Paramos varias
veces para fotografiar las cascadas que nos encontramos en varios tramos de la
subida.
En la parte más alta se encuentra un centro de
recepción de visitantes (Slettafossen). Aprovechamos y compramos algunos
recuerdos que ya no sé donde van a entrar. Las vistas de la carretera son una
pasada con el añadido de las cascadas de agua y el valle al fondo.
Nos marchamos sin desayunar ya que el restaurante del centro
abre media hora más tarde.
Si la subida de la carretera había sido preciosa la bajada no lo fue
menos. Rodeados de lagos y grandes zonas de nieves vamos bajando al valle.
Empezamos a ver zonas cultivadas de fresas, es
la época de la recogida. Los puntos de ventas nos lo encontramos por el camino
e incluso en las zonas de embarque a los ferrys.
Primer ferry (Eidsdal-Linge), la carretera después de un
cambio de rasante aparece cortada con un ferry esperando. Nos alineamos a la
derecha y dejamos la izquierda para que aparcaran el resto de los coches. Mira
por donde la carretera está en pendiente y nuestro amigo Javi se le había
olvidado meter la marcha al parar. Lo inevitable ocurrió, se fue a bajar y la
moto se fue hacia delante, la casualidad ocurrió y en ese momento un taxista
pasaba por nuestro lado y la moto fue a caer sobre el lateral delantero del
coche.
A partir de ese momento fue una auténtica clase de lo que hay que hacer
en el caso de tener una colisión con otro vehículo. Menudo son los noruegos
(fotografías, testigos, comprobación de documentación, impreso de acuerdo
amistoso, etc…) Sin prisas, de hecho perdimos el barco y esperamos el
siguiente.
Mantenemos el anonimato del taxista... menudo es el noruego |
Con Javi aún cabreado y con la moto sin daños
importantes salvo una arañazo en la maleta lateral, salimos del barco y
continuamos nuestro camino hacia el siguiente ferry que lo teníamos apenas 10
kilómetros más adelante. Sin embargo la bajada hasta el fiordo se trata de un
scalextri con bastante tráfico y no sólo coches sino con numerosos ciclistas
que se dejaban caer a toda velocidad.
Por fin embarcamos en el ferry de Geiranger-Hellesylt. Nuestra primera impresión fue el olor a curry del comedor del barco, un grupo de japoneses ya estaban comiendo y nosotros muertos de hambre. Decidimos alejarnos del comedor y subimos a cubierta donde a pesar del frío disfrutamos de un paseo espectacular.
Las siete novias a la izquierda y el pretendiente a la derecha. |
Sin incidencia en el ferry salimos dirección a Flam,
dependiendo de la hora de llegada intentaremos coger el famoso tren turístico
que hace un recorrido por la zona de montaña.
El agua nos vuelve a pasar factura y el recorrido se hace más largo de
lo esperado.
Después de cuatro túneles (de seis y siete kilómetros
de media) llegamos al último ferry (Mannheller-Fondnes). Ya estamos a 42
kilómetros del destino y la lluvia es bastante fuerte. No nos acordábamos de que aún nos quedaban
los dos últimos túneles y sorpresa 11km y 24,5 km, el último túnel (Laerdalstunnel)
considerado el más largo del mundo con tráfico de vehículos. Fue construido en
cinco años y tiene tres puntos intermedios de descanso con la zona iluminada
para evitar el estrés.
Llegamos a Flam y por lo pronto el tren ya ha
realizado su última salida y además no hay plaza en el camping. Nos ponemos en
contacto con otro cercano y tenemos suerte, nos trasladamos a Aurland, una
población a 5 km con unas cabañas al pie del lago.
Cenamos en el restaurante del hotel-cabañas
(conocidas como Rorbuer). Muy bien por cierto y además con wifi, hoy ponemos
crónica.