12º Día. Andenes a Moskenes. 340 Km. Tiempo empleado 8 horas.
17 de Julio de 2012
Día feo de aspecto, muy nublado y con pinta de lluvia, ya
veremos. Lo primero pagar las cabañas y pasar por la gasolinera. Se nos
hace un poco tarde y salimos sobre las diez y media.
Hoy
cruzamos la isla lofoten de punta a punta. En el otro extremo nos espera un
ferry para volver a la península.
Vamos cruzando puentes y más puentes, esta isla está partida en trocitos pegados por puentes.
Esta montaña del fondo nos recuerda a un paisaje muy conocido cerca de nuestra tierra, gibraltar.
Los saludos a nuestros colegas moteros han sido una constante en nuestro viaje, lo dificil ha sido localizar a un motero español, de hecho no hemos tropezado con ninguno, me imagino que son cosas de la crisis.
Bonita playa, que pena el tiempo que hace tan perro y malo.
Y saliendo de un tunel volvemos a las caidas de agua y más lagos.
Hoy comemos en una estación de servicio, bocadillos
calientes y ya cenaremos mejor esta noche, el café como siempre, de pena.
Vamos
cruzando un sin número de pueblos pesqueros con casas multicolores. Nos
llegan olores a sal y pescado de secadero.
Nos cae algo de lluvia pero no es muy molesta,
la carretera es muy buena en general y vamos a buen ritmo (a pesar de que la
Suzuki sigue dando tirones de vez en cuando)… bueno, hasta que en cierta recta
en una zona de campo, después de un cambio de rasante, alguien sale de
improviso detrás de unos arbustos agitando algo con la mano. En ese instante
llegamos a pensar de todo, menos que era un “policía” dando el alto. Estaba con
un trípode detrás de unos arbustos y con el coche escondido detrás de la
arboleda. Nos enseña el medidor de velocidad y por lo visto en la recta había
una señal de 60 km/h y nosotros pasamos a 80 km/h. Después de mucho llorarle y
no conseguir el indulto, nos llevamos como recuerdo de las islas lofoten una
multa para dos de las motos. Creo que el
próximo viaje a Noruega no vamos a poder llevar nuestras motos…
Llegamos a Reyne un precioso pueblo pesquero
donde intentamos localizar unas cabañas pero los precios nos echaron para
atrás, la siguiente visita fue a Moskenes lugar donde mañana cogemos el barco.
Lo primero buscar unas cabañas para dormir, después de preguntar en dos o tres
sitios dimos con una cabaña para los seis en un pueblo cercano. Había sido una
modesta casa de pescadores y las camas eran muy peculiares, casi todas en alto,
los muebles y la cocina muy toscos pero nos servían y además el precio estaba
muy bien.
Como todas las tardes visita al supermercado, zonas cercanas y cena en la
casa.
Hoy soñaremos con el simpático policía.