CABO NORTE A GILDETUN

10º Día Cabo Norte a Gildetun -315 km. Tiempo empleado 4 horas
15 de Julio de 2012

Amanece un día esplendido, resaca de un día anterior para no olvidar. Hoy nos lo vamos a tomar con más tranquilidad y teniendo en cuenta que ayer nos marchamos de la bola sobre las dos y media de la mañana pues nada de madrugar.
Aunque Javi decide darse un paseo en solitario al pueblo antes de la marcha y nos deja algunas imagenes de Honningsvag.




Nos preparamos para dejar las cabañas y partimos para nuestra segunda visita al santuario de Cabo Norte.




La subida es impresionante y con las luces de la mañana el paisaje cambia.



También dan señales de vida los primeros renos.

 

Menos mal que la entrada del día anterior nos servía para dos días y esta vez si traíamos la bandera de nuestra querida tierra Ceuta.


Ya no existía el bullicio de la noche, todo estaba más en calma y pudimos realizar todas las fotos que nos hubiera gustado echarlas el día anterior. La primera como no podía ser otra todos juntos con nuestra bandera.


José Antonio en su misión de dejar huella de nuestro paso fue dejando pegatinas por todos los lugares emblemáticos.
 


En cuanto a Javi, que se puede decir, se marcó un capotazo de los de antología, que arte tiene este chaval.


Algunas otras fotos para el recuerdo.




Un desayuno frugal, cafelito y jamón importado de Monesterio, y vamos que ya es tarde para salir.






Mientras nosotros bajamos otros realizan una subida bastante más sufrida que la nuestra.



Bajamos al pueblo para repostar gasolina y empezar el viaje, pero antes una foto desde lo alto de Honningsvag, impresionante.




La parada en la estación de servicio no tendría más trascendencia, pero, a partir de entonces una de las motos empezó su particular calvario.




Empezó con una disminución de la velocidad y a continuación tirones para poder mantener la velocidad, poco a poco se pudo mantener la moto en marcha y seguimos el viaje, ya veríamos como avanzaba el problema.

Estamos en la región de los Sami y se nota.




También en el país de los renos y ellos también saben quien manda en las carreteras, por supuesto ellos.



Volvemos por la misma carretera del día anterio sobre unos cien kilómetros, que diferente se ve sin lluvia y principalmente con el subidón de animo que llevamos.






Empieza a verse lluvia en el horizonte y nos preparamos de nuevo con el equipo de agua.

 
Nos llueve un rato pero pronto vuelve a despejarse y disfrutamos de los paisajes.





Sobre las cuatro de la tarde decidimos empezar a buscar camping y mira que suerte que en el primero nos quedamos y además un sitio privilegiado como después pudimos comprobar.







 
Enclavado en lo más alto de una montaña el paisaje era para quitar el hipo.





La nieve en muchos sitios se niega a marcharse auque sea verano.






Comida en el camping, unas cuantas fotos y una charla con unos vecinos franceses que no se creían de donde veníamos, que locura tan maravillosa.