11º Día. Gildetun a Andenes 350 km. Tiempo empleado 8 horas (incluido trayecto ferry)
16 de Julio de 2012
Amanece un día estupendo en el camping de Gildetun, ni una sóla presencia de nubes y las previsiones son buenas para todo el día. Nos despedimos de este enclave con bastante pena, estaremos en otras cabañas pero no con el paisaje que ahora dejamos.
Salimos
sobre las ocho y media con el fin de llegar antes de la hora de comer al puerto
de Gryllefjord, lugar de salida del ferry que nos llevaría a las islas Lofoten.
Parada
para repostaje y aprovechamos para desayunar, hoy nos damos un homenaje
aprovechando el paraje tan espectacular.
La
carretera, como todas las que nos encontramos por Noruega, son nacionales con
el firme en muy buenas condiciones de agarre aunque con zonas bastantes
deteriorada, principalmente en las zonas de montañas. En bastantes ocasiones
bajamos la velocidad de la marcha por el simple hecho de ver un paisaje que nos
asombra continuamente. El día empieza a encapotarse y pasamos por valles
rodeados de montañas nevadas y lagos inertes que nos dejan embobados.
Después
de nuestro paso por Cabo Norte y con las compras de los recuerdos para la
familia el equipaje ha aumentado un poco. Como consecuencia cargamos las motos
un poco más y pasó lo que tenía que pasar, tanto la Suzuki como la BMW GT
pierde parte de la carga por el camino, un pequeño susto sin más consecuencias
que la rotura de la brida de sujeción de la carga trasera y la rotura del
intermitente trasero de la Suzuki, un poco de pegamento, cinta americana y
seguimos camino.
Llegamos
al puerto de Gryllefjord sobre las una y media de la tarde, nos acercamos al
embarque y nos enteramos de que la salida era un poco más tarde de la hora que
habíamos visto en internet. Hay que esperar hasta las tres así que decidimos
comprar en un supermercado cercano. Nos sorprende lo bien montado que tienen
los supermercados, no sólo encuentras comida sin cocinar sino también comida
caliente cocinada y una zona cerrada habilitada para comer. Como se nota que las
inclemencias del tiempo marcan a este país en todos los aspectos.
El
viaje en el ferry dura aproximadamente hora y media, y el marinero de la bodega
se encargó de amarrar las motos de forma inteligente, se movió en algunos
tramos, pero en general el trayecto fue muy tranquilo, “como se nota que
estamos acostumbrados a este tipo de travesías”.
Durante
el trayecto vemos publicidad de la ciudad de Andenes y localizamos unas cabañas
dentro del pueblo, sin pensarlo mucho hacemos la reserva y “suerte” ya tenemos
donde dormir. Salimos del barco sin incidentes y nos dirigimos al hotel donde
recogemos las llaves de las cabañas.
Después
de dar varias vueltas por el pueblo localizamos las cabañas muy cerca del faro,
dos cabañas bastante grandes y que nos repartimos.
Mira
por donde a unos metros vemos las cabañas donde nuestra amiga Crispy y su
marido habían pernoctado y que habíamos visto en la crónica de su viaje a cabo norte.
Después de un paseo por Andenes
realizamos unas compras en un supermercado cercano, para variar la wifi no
funciona, que mala suerte estamos teniendo en este sentido, o no hay o llega
muy débil.
Cenamos
juntos en una de las cabañas y como todas las noches se hace la colada, o al
menos lo que se puede, ponemos los calefactores para secar la ropa y a dormir.