ESTOCOLMO A UMEA

7º Día Estocolmo a Umea 639 Km Tiempo empleado 11 horas
12 de Julio de 2012

Ayer fue un día muy complicado y ni teníamos ganas ni tiempo para conocer Estocolmo, nos limitamos a realizar unas cuantas fotos mientras salimos de la ciudad. El cielo está bastante despejado, también lo estaba ayer cuando salimos de Copenhague y así nos fue.






Como todas las mañanas lo primero es echarle gasofa a las motos. Cada parada en una estación de servicio es una experiencia nueva ya que cada una tiene su sistema peculiar, casi todas con tarjeta.





El tiempo es bueno y las carreteras no están del todo mal, en cuanto al paisaje es una pasada, campos verdes mezclados con mantos de flores amarillas, pequeños pueblos y granjas desperdigadas.





Ya empezamos, primer problema, el navegador de Javi nos abandona, por lo visto no reconoce los mapas de Suecia y algún que otro país más, bueno nos queda el navegador de José Antonio y a las malas tenemos impreso todos el recorrido a la vieja usanza.

Empieza a ponerse el cielo negro y sólo llevamos cien kilómetros, las primeras gotas y empieza a llover. 
A partir de aquí ya ni fotos ni nada, solo agua y agua hasta llegar al destino, pasamos por paisajes preciosos, pero que no pudimos apenas disfrutarlos, ya que la carretera y la visibilidad eran muy difíciles.  Los impermehables (guantes, cubre botas, pantalón y chaqueta) ya empiezan a desgastarse, tanto quita y pon en cada parada han terminado por desgastar el interior.

Pero bueno, sobre las siete y media de la tarde, totalmente derrotados, llegamos al camping que habíamos reservado el día anterior en Estocolmo, nuestro primer hyter (cabaña), hoy toca compartirlo, cuatro literas y una habitación de matrimonio, lo echamos a suerte.







Los machotes nos toca hacer la compra en el super del camping y las moteras se encargan del equipaje e intentar secar la ropa mojada. Hoy comemos jamón de Monesterio y un picoteo. Es curioso que está lloviendo y la gente en el camping como si fuera un día de verano, hasta juegan al futbol, la gente de tertulia en las puertas de las cabañas y los niños correteando por todos lados. Son un poco raritos por estos lugares.






 
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